Por este accidente fue acusado formalmente Gerardo Alfredo Ramírez, quien es procesado por homicidios culposos de 11 personas y 51 casos de lesiones culposas; en perjuicio de miembros de una iglesia evangélica del cantón El Tamarindo del municipio de Conchagua, La Unión.
Los hechos ocurrieron el 17 de octubre cuando 65 integrantes de la congregación viajaban a bordo de un bus de la ruta 338, el cual era manejado por el imputado; quien perdió el control de la unidad y colisiono contra un muro a la altura del cantón El Capulín en Chirilagua, San Miguel.
La Fiscalía solicitó al juzgado de paz de Chirilagua que se decreten medidas sustitutivas a la detención provisional contra el acusado.
Entre las víctimas mortales de este accidente figuran el pastor de la iglesia, Ángel Torres, quien murió en el lugar al igual que otras ocho personas; mientras que otros dos feligreses fallecieron en el hospital San Juan de Dios de San Miguel a raíz de la gravedad de las lesiones.
Según testimonios de los sobrevivientes, el motorista del bus no pudo reducir la velocidad de la unidad debido a un fallo en el sistema de frenos; por lo que al llegar a la curva del cantón El Capulín le fue imposible frenar y volcó provocando la tragedia.