La tasa de suicidios en El Salvador es de 6.1 por cada 100,000 habitantes, es decir el país se encuentra entre los primeros 19 de las naciones en las américas, de acuerdo a un informe de dial de la salud referente a la salud mental.
Se revela que alrededor de 100,000 personas se suicidan anualmente en la región y que una pequeña fracción de personas que tienen problemas de salud mental reciben atención, además detalla que en 2020 únicamente el 3% del gasto total de salud fue destinado a salud mental y que la mitad de esto se asignó a hospitales psiquiátricos, tanto el recurso financiero como humano sostienen es inferior para hacer frente a la carga.
Pero ¿qué pasa con la salud mental?
Esta ha empeorado según el reporte, en 2020, durante la pandemia por covid 19, los trastornos depresivos mayores aumentaron en un 35% y en un 32% los trastornos de ansiedad y en periodo posterior se continúan registrando cuadros de ansiedad, depresión y otros problemas.
Entre los países con la mayor tasa de mortalidad por suicidio se posicionan en primer lugar Guayana con 40.8 por 100,000 habitantes, seguido por Surinam y Uruguay.
Las soluciones que propone la organización para disminuir estos índices son elevar la salud mental a nivel nacional y supranacional, integrar la salud mental en todas las políticas, así como aumentar la cantidad y calidad del financiamiento, mejorar y ampliar los servicios de salud.
Fortalecer la prevención del suicidio, entre otros, mientras que en El Salvador se ha habilitado el número 131 para ayuda psicológica.