Estefany García es una joven de 22 años que se dedica a vender minutas en la playa Majahual, decisión que tomó al ver que no conseguía un trabajo formal y que ninguno le ofrecía lo suficiente para subsistir, al igual que ella, Mirna Morales también recurrió a la informalidad pues la falta de estudios fue impedimento para que acceder a la formalidad.
La situación de ambas comerciantes se replica en América Latina, ya que el índice de mejores trabajos del Banco Interamericano de Desarrollo, revela que un 55% de trabajadores en la región se desempeña en la informalidad.
El estudio del BID indica que en la región no hay una buena calidad de empleo para las personas que les permita resolver sus necesidades.
Expertos aseguran que fortalecer a las empresas privadas y contar con el apoyo del sector público, podría generar empleos de calidad que permitan solventar las necesidades actuales; además se debe abogar por salarios más justos y la preparación de la fuerza laboral.