De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud se calcula que de todos los residuos generados en atención sanitaria, el 85%, aproximadamente, son desechos comunes que no representan peligro, mientras que el 15% restante es considerado como material peligroso que puede ser infeccioso, tóxico o radiactivo.
Y estima que cada año, a nivel mundial se administran 16,000 millones de inyecciones, de las cuales no todas las jeringas, ni agujas son eliminadas correctamente después de su uso.