Solicitaron el apoyo del líder eclesiástico para que la Asamblea Legislativa decrete cada 30 de agosto como el Día Nacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas; en memoria de las más de 4,000 personas desaparecidas durante el conflicto armado en El Salvador.
Durante la actividad también se abordó el tema del régimen de excepción, donde aseguran que algunas acciones podrían ser consideradas como casos de desaparición al no proporcionarles datos sobre el estado de los detenidos a sus familiares.