El sonido de las campañas de la iglesia de Panchimalco anunciaba el inicio de la misa en conmemoración del Día de los Difuntos.
En Panchimalco, como ya es tradición, todos los 2 de noviembre dedican las homilías para pedirle al creador resignación a los familiares de quienes ya partieron y por los que pasan momentos difíciles en sus hogares.
Este día buscan que los feligreses mantengan la fe y que no vean la muerte como un castigo divino sino que todo ocurre porque así lo establecen las escrituras, la celebración está estrechamente ligada con las creencias y los valores culturales de la población.
Tras participar en la misa, muchos deciden visitar el cementerio para enflorar y decorar las tumbas de sus seres queridos, tal como lo hizo don Ismael Martínez quien con vos entrecortada recordó a su madre que murió hace 45 años.
Otros llegaron acompañados de sus familias para no perder la tradición de llegar a los campos santos pasar un momento recordando sus parientes en el lugar donde un día los despidieron.
En todas las tumbas se repetía el mismo escenario y no faltaron las flores, oraciones y música que dieron vida al ambiente en el cementerio.
Elementos de la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada, brindaron seguridad en la jornada, mientras que en las afueras del campo santo no falto el comercio pues decenas de vendedores mostraban sus productos alusivos al 2 de noviembre a diferentes precios.