La ley obliga a las plataformas de redes sociales a cancelar las cuentas de los menores de 14 años y de los menores de 16 que no tengan la autorización de sus padres, además, la normativa exige que utilicen un sistema de verificación de terceros para descartar a los menores de edad.
DeSantis y los promotores de la ley sostienen que la salud mental de los niños y adolescentes puede verse afectada por los contenidos de las redes sociales y las interacciones que mantienen en esas plataformas.