Durante su habitual conferencia matutina, el mandatario mexicano dijo que la normativa es draconiana, contraria a los derechos humanos, anticristiana, injusta y violatoria de preceptos.
Además, aseguro que si la ley entra en vigencia no se quedarán con los brazos cruzados, pero no detallo cuales serán las medidas a implementar.
Por otra parte, la secretaría general de exteriores emitió un comunicado donde se rechaza la medida y aseguran que cuidaran la seguridad de sus nacionales y bloquearan la entrada de migrantes deportados desde Texas.