Las tormentas del fin de semana dejaron un amplio sendero de destrucción en Texas, Oklahoma y Arkansas, tras arrasar casas y golpear una estación de servicio para camiones donde decenas de personas se refugiaron en un baño, en un nuevo episodio de condiciones climáticas letales en el centro de Estados Unidos.
Algunos gobernadores declararon estado de emergencia debido a las afectaciones. Para el lunes, de acuerdo con los meteorólogos, el mayor riesgo se desplazará hacia el Este, cubriendo una amplia franja del país desde Alabama hasta cerca de la ciudad de Nueva York.