La captura surgió a raíz de una denuncia en redes sociales, donde usuarios captaron a un perro que iba a bordo de un pick up sangrando, y que al parecer se habría caído del vehículo y se asfixiaba con su correa.
El dueño de la mascota dijo que llevó al canino donde su tío que era veterinario y le aseguró que el perro no sobreviviría pues presentaba daño interno por lo que lo sedó y lo abandonó.
El instituto de bienestar animal localizó al can y al evaluarlo fue encontrado en buen estado de salud.
Al llegar a la vivienda del supuesto veterinario descubrieron que no estaba autorizado para ejercer pues no contaba con títulos ni permisos.