Thomas Tuchel, entrenador que dejará Bayern Munich al cierre de la presente temporada, optó por marcharse del campo en silencio y evitar la celebración junto con sus jugadores tras la victoria por 2-0 sobre Wolfsburgo.
El estratega alemán ya había anunciado su salida con antelación, la cual se efectuará un año antes de que finalice su contrato, tras una campaña decepcionante por no haber podido conseguir títulos.
El triunfo de esta jornada se produjo cuatro días después de la agónica y frustrante derrota ante Real Madrid, contra el cual tenía una ventaja de 1-0 hasta el minuto 87 en el Santiago Bernabéu, pero el doblete de Joselu le impidió arribar a la final de la Champions League.
La presentación de este domingo fue la penúltima de la actual campaña en la Bundesliga y la última en casa, previo a cerrar su calendario en condición de visitante contra Hoffenheim el próximo sábado.
"Esos son momentos para los jugadores", argumentó el ex Chelsea y PSG una vez que terminó el partido y sus futbolistas festejaron el éxito junto a su público.
"No quiero ser el centro de atención allí. Eso es para el equipo. Sé que las cámaras están ahí. "Prefiero ir a los vestuarios. Se trata del equipo. Los aficionados están ahí para el equipo. Hay que celebrarlo", siguió con su explicación.
Ha habido poco que celebrar para Tuchel en sus 14 meses a cargo del plantel bávaro, ya que el Bayern solo logró ganar el trofeo de la Bundesliga la temporada pasada después de que Borussia Dortmund pediera en la última jornada y le sirviera el título.
En este sentido, el técnico de 50 años sostuvo que aún no sabía qué se llevaría de su paso por el Bayern, que cedió esta temporada el reinado de 11 años en la liga alemana a manos de Bayer Leverkusen
"El último partido en casa, y lo que queda no lo sé realmente. Tomará algún tiempo ver qué queda. Es un privilegio entrenar a este nivel. Vine a ganar tantos títulos como fuera posible. No lo logramos", sentenció Tuchel.
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