“Dentro de unos pocos años los carros amarillos que funcionamos como taxis vamos a dejar de existir”, son las palabras de este hombre, quien prefirió no mostrar su rosto, asegura que las plataformas digitales están terminando con su trabajo.
Esta es la situación a la que se afrentan cada día las personas que se dedican al servicio del transporte selectivo ya que para funcionar legalmente se tienen que pagar, una carta de un taller que los certifique que el vehículo anda bien en su fusión la cual tiene un costo de $25 dólares, comprobación de emisión de gases $20, la tarjeta de circulación aproximadamente 87 dólares a eso sumarle la solvencia de la policía y los antecedentes penales.