Decenas de personas se despidieron de Roberto Antonio Henríquez Evangelista, su cuerpo fue repatriado tras haber perdido la vida en el incendio del centro de migrantes de Ciudad Juárez.
Sus familiares y amigos dicen que perdieron a un gran padre, un gran hijo, un esposo, un amigo.
Otros que no lo olvidarán nunca son sus amigos de aventuras en los estadios, Roberto era aficionado del Alianza fútbol club de primera división, pancartas, firmas, banderas y hasta cánticos sirvieron para decir adiós.
Pero el dolor de la pérdida no es impedimento para olvidar su más grande clamor.
Piden justicia, incluso la madre de Roberto se conectó a través de una videollamada desde Estados Unidos y exigió justicia para los responsables del incendio, donde 39 migrantes murieron, incluyendo 7 salvadoreños.
Roberto ya no estará con su familia, salió un día de su casa con la convicción de buscar mejores oportunidades económicas para ellos, será recordado por sus seres queridos por sus obras y el tiempo que compartió con ellos.