Los países más afectados son Brasil, Paraguay y Argentina concentrando el 92% de los casos y el 87% de las muertes.
Este aumento se asocia principalmente a las condiciones climáticas que favorecen la propagación del mosquito vector del dengue, el rápido crecimiento poblacional y la urbanización no planificada, que resultan en condiciones de vivienda precarias y servicios de saneamiento insuficientes.