El tres de marzo, los salvadoreños elegirán a 44 alcaldes, 218 menos en comparación a años anteriores cuando el país estaba conformado por 262 municipios, pero con la aprobación de la ley especial para la reestructuración municipal, estos quedaron agrupados según los puntos cardinales, norte, sur, este y oeste, y muchos de ellos pasaron a ser distritos.
Con estas modificaciones aseguran se mantendrán las oficinas administrativas, es decir, que la población podrá tramitar las partidas de nacimientos, pagar sus impuestos o hacer otro tipo de diligencias en el mismo lugar donde lo ha estado realizando.
La división territorial tampoco afectara ni la identidad cultural, ni las tradiciones de los ahora distritos; ni es necesario actualizar su Documento Único de Identidad, las modificaciones serán cuando se emita por primera vez, por renovación o reposición.
Y sostienen que contribuirá a mejorar la administración del presupuesto de las municipalidades.
Los distritos serán administrados según los lineamientos del concejo municipal que será la máxima autoridad y será presidido por el alcalde, además de un jefe o director, auxiliado por un subjefe o subdirector, acompañado por el personal administrativo y técnico que se considere necesario.
La ley también contempla que deberá destinar para usos educativos y culturales o en beneficio de la población, las edificaciones que, a consecuencia de la reorganización municipal, no tengan uso directo para la administración.
Además de los 44 alcaldes, las municipalidades también estarán conformadas por 44 síndicos y 372 concejales para un total de 460 funcionarios, actualmente esta cifra llega casi a los 3,000 los cambios estarán vigentes a partir del 1 de mayo, cuando los ediles asuman su cargo.