El suicidio es la cuarta causa de muerte en jóvenes de entre los 15 a 29 años, según la Organización Mundial de la Salud.
En 2019, más de 97,000 personas se quitaron la vida en el continente americano, la psicóloga Ivette Camacho nos habla sobre los detonantes para que una persona tome esta decisión.
Aunque no siempre es visible, cuando una persona atraviesa un episodio depresivo, hay que prestar atención a características como que manifieste sentirse presionado, atacado, cambios de conducta, en el estado anímico, aislamiento social, descuido en su aseo personal.
El suicidio es prevenible, sin embargo hay que implementar una serie de estrategias a nivel comunal como creación de líneas telefónicas para personas en crisis que ayuden a diferentes rangos de edad, en la escuela que existan consejeros o psicólogos al igual que en los trabajos, mientras que desde la familia debe crearse un ambiente de confianza que permita que fluya la comunicación.
Para la población, el tema también es preocupante y es por ello que también implementan una serie de medidas para evitar un suicidio en su entorno familiar.
El bullying en centros educativos y la descremación son otros de los factores que pueden inducir a que alguien a quitarse la vida.
Según Camacho, el suicidio generalmente es planificado, previamente a ello destaca que se han experimentado episodios de estrés o conflictos que no saben cómo resolver y que ven en la muerte la única salida.
Los más vulnerables destacan que son personas con baja autoestima, personas que no se sienten escuchadas, comprendidas o que no tengan acceso a ayuda externa.
Mientras que la pandemia de covid 19 también ha influido en las estadísticas de suicidios, según la OMS.