Una fuerte tormenta electromagnética sufrió el planeta tierra desde el viernes, según el pronóstico del clima espacial de la oficina de Administración Oceánica y Atmosférica, aunque se mantiene en categoría 4, tuvo picos que alcanzó el nivel cinco, que es el más extremo registrado desde hace 21 años.
Este tipo de fenómenos, pueden impactar en las comunicaciones de las bandas del espectro electromagnético, los sistemas GPS, redes eléctricas, navegación satelital, entre otras tecnologías.
Estas son provocadas por explosiones de plasmas y campos magnéticos de la corona solar, que se dirigen hacia la tierra, y pueden afectar la infraestructura en la órbita cercana al planeta, y su superficie, en algunas regiones de estados unidos, hay posibilidad que se pueda observar auroras.
Algo preocupante, es que las personas en aviones de alto vuelo pueden verse expuestas a un elevado riesgo de radiación solar, la última vez que se registró una tormenta de estas dimensiones fue en octubre de 2003, y provoco apagones en Suecia, y dejó inservibles transformadores eléctricos en Sudáfrica.