Que le parece esa mezcla, aguacate en una fría plancha y luego un baño de leche, es una receta que conocimos años atrás, dos jóvenes preparando helados, sorbetes de aguacate en el parque Concordia de Ahuachapán, un emprendimiento de los hermanos Silva, dos jóvenes que en ese entonces vendían el postre con el fin de ahorrar para pagar sus estudios, Mónica deseaba ser comunicadora y Erick, piloto, profesión que estudiaría en Argentina.
Ese fue el pensamiento de ambos, a quienes decidimos visitar una vez más para saber que había pasado con sus sueños profesionales, siguen trabajando pero ahora convertidos en lo que siempre desearon, sin dejar la pasión de emprendedores.
Mónica ya es licenciada en periodismo y comunicación audiovisual, Erick es piloto privado, los jóvenes ahuachapanecos cumplieron lo que deseaban, luchando, trabajando incansablemente, comprobando que todo cuesta en la vida.
Eso sí, dejaron el parque porque se convirtieron además en los propietarios de un restaurante que está acaparando clientes en la llamada ciudad de los ausoles.
Los hermanos Silva están preparando a diario platillos venezolanos, entre ellos deliciosas arepas y empanadas, pero además en el menú podemos decir que hay de todo un poco.
Las recetas las trajo de Suramérica el piloto Erick, lo que cuenta podemos decir que es un testimonio de todo lo que también hizo fuera del país que lo vio nacer para cumplir su sueño profesional, aprendió de todo y fue así como nació este restaurante llamado Caras, ubicado en la carretera que de Ahuachapán conduce a la Frontera Las Chinamas.
Mónica y Erick dicen que al inicio dudaron del éxito que tendrían porque saber llevar sus profesiones y el arte culinario no es nada fácil, pero como son guerreros hay están dando la lucha, son amantes de la cocina y se sienten realizados ofreciendo estos platillos que aseguran preparan con amor, dedicación y sobre todo compromiso.
Los platillos que venden son fuera de serie para muchos y de verdad tienen ese toque suramericano, porque la mayoría de ingredientes son importados, los hermanos Silva en Ahuachapán se han convertido en un ejemplo para muchas personas que conocen su historia, como olvidar sus inicios, en el parque, preparando sorbetes de aguacate en rollito, toda una aventura que les permitió superarse profesionalmente, lograron sus sueños pero hay más, por eso continúan como emprendedores, ahora apostándole a la comida venezolana.