Los migrantes que intenten ingresar de manera irregular a los Estados Unidos serán deportados de manera inmediata; así lo estipula una orden ejecutiva firmada por el presidente Joe Biden.
La política también endurece las peticiones de asilo, ya que los solicitantes deberán demostrar una posibilidad real de que su vida corre riesgo en su país de origen, de no convencer a las autoridades, serán expulsados en cuestión de horas o días.
Estas condiciones restrictivas se activarán cuando las detenciones diarias de indocumentados superen las 2,500 en un promedio de siete días. Actualmente, las cifras se mantienen en 4,000 capturas diarias.
Funcionarios de la administración Biden aseguran que estás medidas no son permanentes y cesarán, una vez que las detención bajen en un promedio de 1500 diarias durante 14 días, si no se cumple esta condición, la frontera permanecerá cerrada.
Este anuncio ya generó reacciones entre organizaciones de migrantes, quienes consideran que no resolverá el problema de la migración irregular y que sólo persigue intereses políticos.
Las nuevas disposiciones migratorias no afectarán a quienes soliciten ingreso por citas en plataformas como CBP One, menores no acompañados, víctimas de trata de personas y excepciones humanitarias como riesgos médicos o amenazas a la vida o a la seguridad.