La playa Mizata es un atractivo turístico que llama la atención de nacionales y extranjeros, sin embargo, la contaminación en la zona es una de las principales dificultades que enfrentan un grupo de jóvenes que se han unido para mejorar la imagen del lugar.
Ubicada en el departamento de La Libertad, a 87 kilómetros de la capital se encuentra la playa Mizata, un rincón turístico que ha tomado auge durante los últimos años por su belleza natural.
Ante el incremento de turistas nacionales y extranjeros, de forma paralela crece uno de los problemas más grandes que enfrenta actualmente la comunidad, la contaminación, ante este panorama, Giovanni Menjívar tomó la iniciativa de dedicar su tiempo libre a la limpieza de la costa, labor que ya lleva más de 5 años realizando a diario.
Estas acciones generaron críticas de parte de los miembros de la comunidad, solo una pequeña minoría se ha sumado las tareas de limpieza.
La labor es titánica para la cantidad de personas involucradas, sin embargo han logrado reducir los desechos es las zonas más turísticas como la bocana, la playa y zonas comerciales.
Su trabajo ha rendido frutos ya que los miembros de Kahu, una ONG dedicada a la protección del medio ambiente, tomaron un interés especial en la zona debido a la biodiversidad que alberga los 2 kilómetros de playa.
Al unir esfuerzos los resultados fueron más palpables, gracias al desarrollo de jornadas de limpieza donde recolectaron un aproximado de 840 libras de desechos, sin embargo es un reto a superar cada día, donde se recolectan entre 25 a 45 libras de basura.
De acuerdo a Andrea Osorio, es necesario un cambio de paradigma en la comunidad, por tal motivo han iniciado con jornadas de educación en el manejo de desechos y que las familias adopten la cultura de reciclaje como una forma de vida.
Además se instalarán estaciones de reciclaje en puntos estratégicos de la comunidad, el camino para lograr resultados positivos es a través de incentivos.
Para lograr los objetivos a mediano plazo, se han aliado con la empresa privada, se trata de Mizata y Nawi Beach House, Olivia Rivera, gerente de operaciones, sostiene que al educar a la comunidad, el entorno será más salubre, mejorando la imagen de la playa, posicionándose como uno de los atractivos turísticos más importantes del país.
Una buena parte del trabajo está en manos de los turistas, al adoptar acciones que reduzcan la cantidad de desechos y la comunidad, al convertirse en agentes de cambio al diseminar la cultura de reciclaje.