Ante el golpe causado por la pandemia del coronavirus, en San Lorenzo, Ahuachapán, un grupo de mujeres busca salir adelante elaborando diversos productos con barro negro.
Así comienza la jornada, es un día que arranca de la mejor manera porque este grupo de mujeres recibió un pedido que deberá entregar el fin de semana, estamos en San Lorenzo, Ahuachapán, tierra de las llamadas comaleras de barro, señoras que ante la falta de oportunidades decidieron dedicarse a la alfarería rustica.
Específicamente son expertas en la elaboración de comales y diversos tipos de ollas, todo comienza deshaciendo los terrones de barro que compran por mayor, posteriormente se hace una mezcla con arena negra y agua, así es como se logra una especie de masa blanda que se debe compactar con los pies por más de 20 minutos, hasta que logre la textura adecuada.
Quien lo confirma es Nury López, la pandemia le arrebato a su esposo y por si fuera poco quedo desempleada, es maestra de profesión pero no ha podido regresar a las aulas, trabajar el barro negro le ha servido desde hace varios meses para poder solventar los compromisos de su hogar.
Es un trabajo complicado pero en San Lorenzo, Ahuachapán, no solo estas mujeres lo realizan, actualmente decenas de familias viven de la elaboración de comales, ollas e incluso diversas artesanías, productos que aseguran quieren promover con el objetivo que sus ventas aumenten porque de eso depende sus familias logren superarse.