2,000 millones de personas en el mundo trabajan en la informalidad en 2024, esta cifra es 85% mayor a la de 2005, cuando eran 1,700 millones las que no contaban con un trabajo formal.
Desde el año 2015, cuando se estableció el trabajo decente y el fin de la pobreza como objetivos de desarrollo sostenible, los esfuerzos para cumplir con estos indicadores se han ralentizado y agravado por las crisis mundiales.
Es decir, el desempleo mundial se ubica en un 4.9% lo que se significa que 183 millones de personas actualmente no cuentan con un trabajo para sobrevivir.
Otro aspecto que destaca la Organización Internacional del Trabajo es la poca creación de plazas en el mercado laboral ya que 402 millones de personas este año no contarán con ingresos formales, pero querrán trabajar y cumplirán con los requisitos para hacerlo.
Mientras que la brecha laboral aún persiste ya que proyecta que para este año el 45.6% de las mujeres estarán empleadas mientras que el 69.2% de hombres tendrán un trabajo; lo cual representa un 23.6% de brecha de género, incluso en temas salariales, las mujeres continúan ganando menos, pues en los países de ingresos altos las mujeres ganan 73 centavos de dólar y en los de renta baja solamente reciben 44 centavos.
Las Naciones Unidas proyectan que para 2025 la tendencia del desempleo se mantenga en un 4.9% a nivel mundial, mientras que en el continente americano podría llegar hasta el 5.3%.