El doctor Conrad Murray, médico personal del cantante que fue condenado a cuatro años de prisión, por haberle suministrado la dosis letal de propofol, ha vuelto a la palestra mediática con un libro en el que narra cómo el rey del pop le confesó que cuando tenía 13 años, estuvo inyectándose hormonas para retrasar su pubertad y mantener así su voz aguda.