La enmienda establece que en Francia existe una libertad garantizada para abortar.
Algunos grupos y legisladores habían pedido un lenguaje más fuerte para llamar explícitamente al aborto un derecho.
Los legisladores calificaron la medida como una forma histórica de que Francia envíe una clara señal de apoyo a los derechos reproductivos, en momentos en que el aborto está amenazado en Estados Unidos, así como en partes de Europa, como Hungría, donde los partidos de extrema derecha han llegado al poder.