Más de un millón de personas viven en hogares sin suministro de agua, viéndose obligados a llevarla de otros sitios, según la OMS y la Unicef, son las niñas y mujeres quienes se ocupan de esta tarea en el hogar, representando un 70% de los casos.
El informe “Progreso en el agua potable, saneamiento e higiene en los hogares”, proporciona un análisis en las desigualdades de género que existen en algunos hogares donde se carece de este líquido, señala que las mujeres tienen mayor probabilidad de sentirse inseguras al usar un inodoro fuera de su casa y sentir desproporcionadamente el impacto de falta de higiene, además niñas de 15 años son las principales responsables de la recolección de agua en 7 de cada 10 hogares en estas condiciones.
En la mayoría de casos es necesario hacer un viaje largo, lo que dificulta que se mantengan estudiando y al contrario se exponen a peligros de lesiones físicas u otras dificultades en el camino.
Una encuesta realizada en 22 países mostró que más de 500 millones de personas comparten instalaciones de saneamiento con otros hogares, comprometiendo la privacidad, donde las mujeres y niñas tiene mayor probabilidad de sentirse inseguras al caminar solas por la noche y enfrentar acoso sexual y otros riesgos en su integridad, a diferencia de los niños y hombres.
Según la OMS, cada año se pierde un 1,400,000 vidas debido a la falta de agua, saneamiento e higiene, siendo el género femenino el más expuesto, no solo a enfrentase al riesgo de enfermedades infecciosas relacionadas con el agua, sino a violencia que puede desencadenar por abusos sexuales debido al nivel de exposición al que se someten.
Según estadísticas, 1 de cada 4 personas todavía carece de agua potable gestionada de forma segura en el hogar y 2 de cada 5 no tienen saneamiento gestionado de manera segura, y un aproximado de 2,000 millones de personas no pueden lavarse las manos con agua y jabón en casa.