La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, en su informe anual señala que la tendencia a legalización de la marihuana en América Latina da lugar a un incremento del consumo, sobre todo en la juventud, disminuyendo la conciencia de los riesgos que puede conllevar, como: trastornos psicóticos y consecuencias negativas para la seguridad vial.
A escala global, el 4% de la población, equivalente a unos 209 millones de personas, consume cannabis, según estadísticas de 2020, lo que la convierte en la droga ilícita más usada en el mundo y su cultivo ha presentado una tendencia al alza en los últimos 10 años, y el incremento de sus consumidores ha crecido en este periodo un 23%, principalmente en América del Norte, Oceanía y África Occidental.
Los gobiernos que han aprobado su consumo le han apostado a reducir la actividad criminal en sus países; sin embargo, el informe contradice ese punto y asegura que al ser legal no disminuye este tipo de actividades.
El vicepresidente segundo de la JIFE, César Arce, expresó preocupación, respecto al consumo no médico de esta sustancia en diferentes países.
Además, el documento destaca que los narcotraficantes siguen sirviéndose de las plataformas de internet para encontrar y adquirir el equipo necesario para fabricar drogas de manera ilícita.
Ese fenómeno va de la mano del uso que también hacen de internet quienes se dedican a la venta y el suministro de drogas, vigilar la web e investigar toda publicación sospechosa en ese medio que guarde relación con los criminales es fundamental para combatir la venta ilícita de precursores e investigar las redes delictivas.