De forma oficial, El Salvador es reconocido y certificado por la Organización Mundial de la Salud, como un país libre de malaria.
El primero en la región centroamericana, según lo confirmó el director del programa malaria de la Organización Mundial de la Salud, Pedro Alonso.
Esto tras cumplir con los requisitos de la misma entidad global, entre los que se destaca, combatir y erradicar la enfermedad, así como mantener al menos tres años sin casos autóctonos de malaria en el país.