El último estudio sobre la condición del agua de los ríos revela que el Acelhuate cuenta con una mala o pésima calidad que la hacen no apta para potabilizar y menos para el riego de cultivos; pues diversos análisis encontraron la presencia de materia fecal, químicos y metales pesados.
El río Acelhuate es un afluente que recorre más de 1,000 kilómetros cuadrados y atraviesa 18 municipios, hasta desembocar en el río Lempa, sus riberas se encuentran llenas de basura, desperdicios y mal olor que dan cuenta de la contaminación que impera en sus aguas.
Los intentos por descontaminar este río quedaron solo en promesas cuando en 2015, el Ministerio de Medio Ambiente anunció la adquisición de cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales que serían ubicadas en cuatro puntos estratégicos.
Cuatro años después este proyecto se cancelaría bajo el argumento de falta de fondos, ya que las plantas eran demasiado caras, pero si bien el uso de estas aguas no es sano; aún son utilizadas para el riego y el cultivo de alimentos, aunque la tierra en sus riberas se está erosionando y su caudal ha disminuido considerablemente, expertos en salud dicen que la exposición a este afluente puede generar diferentes enfermedades sino se tiene la debida precaución al manipularlo.
Pero, ¿qué afectaciones representa la contaminación de este río para el medio ambiente en nuestro país?
Si bien los expertos consideran que descontaminar el Acelhuate es una tarea difícil, algunos estudiosos del tema sugieren comenzar con la limpieza de los ríos que lo alimentan.
En los últimos años se han planteado diferentes proyectos para tratar de reducir la contaminación del Acelhuate, uno de ellos fue la construcción de una planta de energía renovable en Ciudad Delgado, que transformara el biogás del río en energía eléctrica.
También se promueve la extracción de basura e instalación de biobardas para captura de desechos, esto último se pretende implementar en las partes altas del río; para lo cual también se contaría con el apoyo del gobierno de Guatemala.