La llegada de las lluvias también significa preocupación para muchos salvadoreños, por ejemplo, los habitantes de la comunidad Nuevo Israel en San Salvador dicen que año con año el deslizamiento de tierra por el incremento del caudal del río Acelhuate amenaza las viviendas más cercanas a este, pese a que algunas estas deshabitadas, aseguran es muy difícil dejar el lugar al que llaman hogar.
Dicen que una de las soluciones que han escuchado por las administraciones municipales de la capital ha sido la construcción de una bóveda, proyecto que aseguran no se ha concretado a la fecha.
En 2020 varias familias perdieron su casa por las tormentas Amanda y Cristóbal, en el 2023, también hubo evacuaciones debido al peligro en la zona, pero en la actualidad hay gente que todavía sigue viviendo en los alrededores del río Arenal.
Los habitantes de la comunidad Nuevo Israel de San Salvador siguen en riesgo por el desborde del río y lamentan que solo cuando ocurren las desgracias se atiende a la gente afectada.