Asegurarse de tener una buena ventilación, usar deshumidificadores, reparar filtraciones, y adoptar prácticas como secar la ropa al aire libre y mantener una temperatura adecuada son pasos cruciales. Además, utilizar absorbentes de humedad, plantas deshumidificadoras y realizar una limpieza regular contribuyen a reducir la humedad. Implementando estas estrategias, se puede lograr un hogar más seco y confortable.