La calle Rubén Darío fue el escenario para que villancicos y piezas de música clásica cobraran vida en las manos de 300 niños y jóvenes de la orquesta sinfónica de San Salvador, a través de un concierto que marco el cierre de temporada de la filarmónica de la comuna capitalina, la cual fue el deleite de chicos y grandes.
Adicionalmente a mostrar todo el potencial adquirido en las habilidades musicales a lo largo del año por niños y jóvenes, autoridades de cultura dicen es una oportunidad para recuperar los espacios públicos.
Las interpretaciones musicales además de marcar el cierre de un ciclo de aprendizaje acompañaron el cierre de las actividades preparadas en diferentes puntos de la capital en el marco de la temporada navideña y de fin de año.