Cada mes, desde hace casi 13 años, Petronila Saravia llega al hospital Rosales para pasar consulta y retirar los medicamentos, sale de su casa a las tres de la mañana para estar a tiempo, pues vive en Concepción Batres, Usulután, y asegura que no puede quejarse de la atención que recibe.
Lo mismo ocurre con otros de los usuarios.
Esperan que con el nuevo hospital que se construye la atención sea igual o mejor que la que tienen ahora, que, por cierto, la Dirección de Obras Municipales trabaja en la colocación de concreto del piso del sótano uno.
La obra, que finalizaría este año, según el gobierno, contempla un hospital con cuatro pisos en el que se construirán 87 consultorios, 44 salas de procedimiento y guardería para hijos de los empleados con una inversión que supera los 61 millones de dólares provenientes de fondos gubernamentales.
Mientras se culmina con el proyecto, Petronila continuara recibiendo las atenciones en lugar que se inauguró en 1891.