El estrés escolar, separación o divorcio de los padres, el bullying, la orientación sexual, son algunos de los desencadenantes para que los niños presenten pensamientos suicidas, explican expertos del tema. Datos oficiales en El Salvador revelan que los casos comprenden a menores entre los 11 y 14 años de edad.
Una de las formas de advertir cuadros de depresión severa en los niños puede ser el bajo rendimiento, falta de concentración, aislamiento, conductas de rebeldía, mala alimentación y trastorno de sueño, pero estos pueden catapultarse por el acceso excesivo a espacios digitales, que solo pueden alentar una decisión fatal.