2024 será un año difícil para los niños del mundo, así lo estima la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia, uno de los indicadores que supondrá un problema para la niñez son las guerras continuas y la violencia, ya que los conflictos solo generarán el desvío de recursos destinados a la educación, atención sanitaria y la nutrición.
Por otro lado, el estancamiento económico no contribuye a la reducción de la pobreza infantil; pues ante el incremento en el precio de los alimentos la nutrición infantil puede verse afectada.
La desigualdad es otro factor que amenaza a la niñez sobre todo en las economías en desarrollo, ya que ante la falta de oportunidades y la distribución no equitativa de los recursos; los países se ven limitados para invertir en la infancia y recurren a las remesas como una fuente para cubrir sus gastos.
Otro aspecto que también atenta contra la niñez en el mundo es el cambio climático, pues fenómenos como el niño, enfermedades y la escasez de agua, fueron elementos que amenazaron la salud infantil en 2023 y que conducirán a la inseguridad alimentaria, al aumento de riesgo de pobreza alimentaria infantil y la migración forzada este año, afirma el organismo.
La Unicef también señala que la transición a la energía verde pone en riesgo a niños y jóvenes por estar expuestos a prácticas laborales nocivas en las comunidades mineras.