El peligro de derrumbe del edificio de 14 plantas y el intenso calor que seguía desprendiendo la estructura impedían que los equipos de emergencias entrasen a buscar a posibles sobrevivientes, explicó la alcaldesa de Valencia, María José Catalá.
Los bomberos seguían refrescando con mangueras partes del arrasado inmueble unas 15 horas después que comenzó el fuego.
Seis personas heridas, incluyendo cuatro bomberos, continuaban ingresadas en hospitales de la ciudad.