Estas películas afectan al cuerpo fisiológicamente, incrementando el ritmo cardíaco, y en personas con enfermedades coronarias, pueden aumentar el dolor de pecho y la presión arterial; también puede causar un aumento en los niveles de adrenalina y cortisol, y lo que es peor, desencadenar recuerdos de eventos traumáticos que se han experimentado en el pasado.