Llegar a este lugar, era jugarse la vida, lo dice el trabajador de una empresa de telefonía móvil, a pesar de todo se debe mantener el anonimato pero asegura que desde hace 60 días las cosas han cambiado, junto a sus compañeros ahora llega a esta colonia, a otras de Soyapango y San Salvador, zonas que han vivido bajo la estigmatización por considerarse dominadas por grupos delincuenciales, un desagradable titulo que parece estar quedando atrás.
El régimen de excepción está dejando sin señales de delincuentes a decenas de colonias y comunidades donde antes todos podían ingresar pero salir era de pocos.
Las pandillas tenían el control, pero poco a poco las cosas van cambiando y lo dicen los mismos habitantes, por ejemplo, esta es la calle principal de la colonia 22 de abril en Soyapango, las estructuras que operaban fueron desmanteladas, aquellos grafitis tenebrosos desaparecieron, ahora solo se observan atractivos murales y qué decir de los sujetos que se mantenían en los postes controlando, eso también despareció, ahora son soldados quienes ocupan dichos lugares con el fin de garantizarle seguridad a la población en general.
Declaraciones que se replican en otros puntos de la capital, en la colonia Iberia ubicada en San Salvador también lo dicen los pobladores, incluso, sostienen que el comercio en comparación a años atrás esta mejor, repartidores de bebidas, golosinas, comida en general, taxistas y hasta personas de otras zonas, llegan a visitar a sus familias porque se sienten seguros con la presencia militar y policial, pero sobre todo porque los sujetos que atemorizaban ya no están, fueron detenidos.
Dos colonias que por años fueron vistas con temor por todo un país, colonias que eran vistas con reserva por su alto índice delincuencial han comenzado a vivir en tranquilidad gracias al trabajo de las autoridades de seguridad que están aprovechando el régimen de excepción para sacar de las calles y desarticular a los grupos delincuenciales.