Las nevadas obligaron a cerrar los colegios, además de causar estragos en el transporte aéreo.
En Nueva York, la ciudad más poblada del país, la lluvia se convirtió en nieve, se esperaba que la ciudad recibiera hasta 8 pulgadas de nieve a lo largo del día, creando condiciones peligrosas para la conducción.
Unos 155,000 hogares y empresas se quedaron sin electricidad en Pensilvania, Nueva Jersey y Virginia Occidental.