Una de las joyas naturales del país, bajo un imponente sol que hace la mezcla perfecta con el agua y la arena, se trata de playas Las Flores en San Miguel, una zona que empieza a cambiar en lo económico y turístico, quienes han apoyado ese impulso es la familia Martínez, hace dos años en una de las épocas más difíciles para invertir. En medio de una pandemia decidieron construir un hotel.
De padres salvadoreños, pero nacido en Estados Unidos, José ahora lo administra y explica las razones que los motivaron a regresar a El Salvador.
Las olas también atraen a surfistas internacionales, Ana Laura González, profesional en su área, relata por qué prefieren las playas del oriente del país.
En este lugar ya se sembró la semilla de la inversión, hoteles y otras edificaciones comienzan a levantarse. El hermano de José, Kevin, es consciente de que acá es sin duda un lugar que ya inició su camino para consolidarse como un polo turístico nacional y regional.
Los planes de crecimiento para estos empresarios están puestos en el capital.
El turismo interno dejó $368 millones de dólares en 2022, para este año se espera superar esa cifra impulsado por los tórnenos de surfs y la inversión de salvadoreños como los Martínez.