El abordaje de la violencia es uno de los problemas más complejos que tiene El Salvador históricamente, según los datos oficiales de la Policía Nacional Civil, desde el año 1996 hasta el año 2004, el promedio diario de homicidios osciló entre los 3.8 y 7.6, a partir de 2005, las cifras superaron un promedio de 10 homicidios por día.
Luego por tres años consecutivos, la criminalidad no cedió, los promedios no bajaron de 12 hechos delictivos a diario, entre 2012 y 2013 la cifra bajó hasta 6.9 casos de personas asesinadas, época en la que se señala hubo negociaciones con pandillas.
En 2015 la violencia repuntó: 18.2 asesinatos diarios, ese año más de 6,600 personas perdieron la vida por este flagelo, cada año posterior a este, las cifras descendieron paulatinamente, hasta llegar a un año 2020 con un promedio de 3.7 homicidios por día y en 2021 la cifra es la más baja de los registros de la corporación policial, con 3.1 casos en promedio, respecto a esta situación opinó el doctor óscar picardo, investigador académico.
Picardo asegura que es muy temprano para concluir que la reducción de homicidios es debido al plan control territorial y pide a las autoridades que brinden más información del mismo.
Sobre el fenómeno de pandillas, picardo tiene una teoría sobre cómo llegan los jóvenes a involucrarse en estos grupos delictivos y cómo podrían atacarse esos vacíos desde el rol de las autoridades.
Pero la violencia en El Salvador no se centra solo en los homicidios, desde el año 2017 existe un registro de personas desaparecidas, ese año fueron 1,493 denuncias, en 2018 la cifra alcanzó un pico de 1,833 desapariciones, luego hubo una disminución considerable, pero se trata de 653 personas desaparecidas en 2020 y 607 denuncias en 2021, a pesar del descenso en casos, el investigador de la Universidad Francisco Gavidia considera urgente abordar esta problemática para generar confianza en las instituciones.
Actualmente el gabinete de seguridad ejecuta el plan control territorial desde diversas aristas como plan para combatir la violencia, que por el momento pasó de una tasa de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes en el año 2015, a 17 por cada 100,000, en el año 2021.