Terremotos como el ocurrido en 1986 dejo en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura de algunos edificios en San Salvador como el Rubén Darío y el edificio dueñas, los cuales sucumbieron ante el movimiento de la tierra, aunque permitieron que las futuras edificaciones se proyectarán como antisísmicas, los terremotos del año 2001 mostraron los factores de riesgo en inmuebles tanto públicos como privados.
Este lunes las autoridades del OPAMSS junto a la cooperación japonesa, presentaron los avances de un proyecto que podría reducir los factores de riesgo.
El consejo de alcaldes, la Dirección General de Protección Civil junto con la oficina de planificación del área metropolitana de San Salvador son parte de esta iniciativa, quienes además desarrollaran manuales y guías para una apropiada evaluación y reforzamiento sísmico, para que en futuras edificaciones sean tomados en cuenta.
Este proyecto espera que en el país las construcciones públicas y privadas puedan estar preparados para ante este tipo de emergencias y reducir el impacto de los terremotos en el país.