La economía en el mundo estaría cerrando este año con la tendencia a una recesión económica global; según el más reciente informe de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el comercio y el desarrollo.
Para este año, el organismo prevé cerrar con un 2.4% de crecimiento económico que podría incrementar para 2024 en un 0.1%.
Y es que las condiciones monetarias en el mundo, no solo plantean un panorama complicado para las economías en desarrollo, sino también para las mayores potencias en el planeta que influyen en el resto de los países; por ejemplo, la recesión e inflación acelerada que afecta a Sudamérica, el aumento en los costos de la energía que impacta a Europa, los constantes incrementos en las tasas de intereses que ejecuta Estados Unidos para reducir la inflación y el debilitamiento de la demanda interna e inversión privada que aqueja a China.
El informe también detalla que factores como una recuperación desequilibrada de la economía, incremento en la desigualdad en ingresos y riquezas y un mayor nivel de endeudamiento y perdida de autonomía económica de países en desarrollo; podrían deteriorar, aún más, la ya débil economía global.
Los países de renta baja y media han tenido que triplicar su deuda externa pública debido a la presión de los presupuestos nacionales, por lo que un tercio de estas economías estarían al borde de una crisis de deuda.
La conferencia para el comercio y el desarrollo recomienda que la reducción de la desigualdad a través del aumento de salarios reales, protección social integral y la generación de empleo; deben ser prioridad para impulsar una economía estable e inclusiva.
Además, sugiere a los bancos nacionales equilibrar las prioridades para una estabilización monetaria, también regular el comercio de productos básicos y alimentos y apostar por una transición energética.