Salió a las tres de la mañana de su hogar en el departamento de La Unión, en el oriente del país, viajó en bus hacia el centro penal La Esperanza, mejor conocido como Mariona.
Ahí se encuentra recluido su hermano, quien fue capturado en el marco del régimen de excepción. Alicia, cada tres meses compra paquetes alimenticios, vestuario y productos de higiene personal para su hermano.
Y es que con las más de 70,000 capturas que ha dejado la medida de seguridad, proliferó en la zona el comercio de prendas de vestir y otros productos para los internos que son permitidos ingresar a los recintos carcelarios.
Familiares de los detenidos no tienen otra opción que armar paquetes de alimentos que al menos incluyan avena, cereal y leche en polvo, además de artículos para la higiene personal.
Son cientos que buscan suplir las necesidades de sus familiares y que adquieren estos productos que alcanzan hasta los 20 dólares o más, dependiendo de la capacidad económica de las familias.
El régimen de excepción que suspende tres garantías constitucionales, ha sido prorrogado en 21 ocasiones desde el pasado mes de marzo del 2022.
Según las autoridades, será extendido las veces que sea necesario hasta capturar el último miembro de estructuras criminales. Su próximo vencimiento está contemplado para el 11 de enero del 2024.