Desde principios de 2023 y hasta finales de julio, se reportaron más de tres millones de nuevas infecciones por dengue y más de 324.000 casos de chikunguña en la región de las Américas, por eso se busca expandir la vigilancia de esos y otros virus transmitidos por mosquitos.
“El cuadro epidemiológico de las arbovirosis en la región es de una alta complejidad debido al potencial epidémico de estas enfermedades”, advirtió José Luis San Martín, asesor regional en enfermedades arbovirales de la OPS.
“Debemos llevar adelante una estrategia de prevención y control integrada que utilice las nuevas innovaciones para seguirle de cerca los pasos a estos virus desde el laboratorio”, agregó.
La vigilancia genómica demostró ser una herramienta clave para conocer el virus, sus variantes y asesorar las políticas públicas para combatir la enfermedad.
En El Salvador hasta el 22 de julio se contabilizan 9,651 casos menos de dengue comparados con 2022:
• Se han presentado 6 casos probables, 16 casos confirmados con y sin signos de alarma y ningún caso confirmado de dengue grave.
• Se han reportado 961 hospitalizaciones menos en el 2023, con el mismo periodo de 2022.
El Ministerio de Salud reportó 20,262 viviendas fumigadas y 350 áreas colectivas como centros educativos, iglesias entre otros.
Muchos países aprovecharon esas capacidades y ya comenzaron a secuenciar dengue, fiebre amarilla, chikunguña y otros virus, algunos por primera vez.
Con el apoyo de la Relda, los laboratorios pueden ampliar esta vigilancia y conocer los genomas de los virus que están circulando en su territorio, sus patrones de dispersión y analizar si las mutaciones están asociadas a mayor transmisibilidad o gravedad.