La región centroamericana se encuentra entre los dos principales mercados del consumo y venta de cocaína, una de las drogas más demandadas desde 2021, se estima que más de 22 millones de personas la han consumido, lo que representa el 0,4% de la población mundial; El Salvador, Guatemala y Nicaragua son los puentes que sirven como rutas terrestres para su comercialización hacia México y marítimas hacia Europa, los envíos que se realizan desde estas rutas representan las mayores incautaciones hechas por las autoridades internacionales, en el 2020 El Salvador representó en incautaciones de productos fumables o derivados del “crack” y el clorhidrato de cocaína un 50% respectivamente.
En 2021 se registró un incremento del 18% de consumo de drogas a nivel mundial, es decir que más de 13.2 millones de personas solo en ese año injirieron, inhalaron o se inyectaron algún tipo de droga.
Los principales factores que inciden en su consumo es la desigualdad social y económicos, en especial con la innovación al suministro de drogas de origen vegetal o sintéticas ya que ambas son baratas, fáciles de crear y en muy corto tiempo, por ejemplo, la metanfetamina y el fentanilo cuyos componentes causan efectos tan potentes en el cuerpo humano que desencadenan sobredosis, en ese mismo año cobró la vida de 90,000 personas en Norteamérica.
El estudio sugiere un mayor análisis de los mercados actuales en la comercialización de drogas, incluyendo las herramientas digitales, pues esta es la manera más utilizada para el contrabando, ya que la venta a jóvenes al por menor de cannabis, cocaína y éxtasis ha incrementado en redes sociales.
Por lo que el acceso a la educación sobre las consecuencias de su consumo y sus efectos deben ser prioridad, al igual que el acceso a tratamientos para personas con adicciones e incrementar las acciones en los gobiernos del mundo para combatir el narcotráfico.