La Organización Mundial de la Salud publicó un informe de políticas para proteger a niños del impacto nocivo de la comercialización de alimentos a través de la publicidad, con el fin que los países adopten normas que regulen el uso de publicidad en comida y bebida dirigidas a la niñez.
El estudio muestra que, al existir una política de regularización, hay una decreciente compra en productos que pueden ser dañinos en exceso, conversamos con el nutricionista, Iván Quijada sobre el impacto que tiene la publicidad en este tema.
La OMS considera que la mercadotecnia alimentaria sigue siendo una amenaza para la salud pública y continúa afectando negativamente a la elección de alimentos por parte de los niños, previstas para su ingesta dietética, también influye negativamente en el desarrollo de las normas infantiles sobre el consumo de alimentos.
También valoran limitar el uso de dibujos animados o técnicas que atraigan a los niños, como la inclusión de juguetes con los productos, la publicidad con canciones y el respaldo de famosos, para promocionar este tipo de productos insanos.
Que un niño tenga una mala alimentación podría desencadenarse de dos maneras, la primera sería una desnutrición, provocando que tenga huesos frágiles, no se termine de desarrollar de manera correcta y que el cerebro no se desarrolle al máximo, la segunda un sobrepeso que puede llevar hacía la obesidad, que podría causar diabetes juvenil, hígado graso, entre otras enfermedades.