En Olores y Sabores realizamos un recorrido de madrugada por Santa Tecla y San Salvador, descubrimos que los puestos de comida no tienen descanso.
Es parte del proceso para preparar una de las tortas más reconocidas en la capital salvadoreña, una combinación de carnes, aderezos y vegetales previamente preparados durante la madrugada, es cuando aparecen las big chogui, una torta mexicana.
Cualquiera podría preguntar porque estar vendiendo tortas mexicanas en horas de la madrugada, pero es una de muchas opciones de comida nocturna en la capital salvadoreña.
Mientras la mayoría duermen, existen negocios que se encargan de alimentar a las personas que por uno u otro motivo siguen en las calles, iluminados por la luz de la luna, podría ser una torta o porque no un plato de carne asada preparado por esta señora en la quinta avenida norte de San Salvador.
Dice que no es nada fácil lidiar con el sueño, aun más cuando el reloj marca la medianoche, lo mismo opinan los encargados de la cocina de este negocio ubicado siempre en la quinta avenida norte, aquí lo que ofrecen son estos gigantescos panes conocidos como los panes con ripio.
Según los comerciantes nocturnos, la cantidad de clientes los ha hecho mantenerse atendiendo a estas horas, sacan su dotes culinarios cuando la mayoría de comedores o restaurantes están cerrados y vaya que podemos encontrar de todo, lo digo porque quienes están en busca de algo liviano y barato recomiendan los panes de la niña mari, una señora que frente al excine México en el barrio El Calvario de San Salvador prepara sobre una improvisada parrilla panes con todo un poco.
Negocios similares se pueden contar por docenas en San Salvador y municipios aledaños, panes y carnitas es lo que reina en el menú nocturno, en este caso de la ciudad capital, algunos platillos son sencillos pero créanme, llevan un toque que en realidad les gustará.