Así inician todas las mañanas estas dos madres, tejiendo cestas de hilo sintético en el patio de su casa, una labor que les permite sacar el sustento diario de sus familias.
Ellas son admiradas en el cantón soledad del municipio Monte San Juan en Cuscatlán por la habilidad que han logrado en la elaboración de estos productos.
Desde temprano ponen manos a la obra pues la meta es sacar semanalmente al menos 40 canastas, una labor que a simple vista parece sencillo pero no lo es, al menos es lo que pensaban ellas cuando recién aprendían este oficio ahora ya les resulta más práctico.
Marlene Lissethe Santos aprendió este oficio a los 13 años y fue precisamente su madre quien la guió y nunca se imaginó que de esto viviría.
A pocas casas encontramos a los padres que se encargaron de formar y enseñarles las técnicas para elaborar las cestas, aquí también había trabajo en marcha pues hay pedidos que terminar, sin importar la edad y según don Santos lo único que se requiere para la fabricación de estas es paciencia y unos cuantos materiales.
Como bien dicen los abuelos que jugando se aprende, esta enseñanza ya se está transmitiendo a los nietos y bisnietos, pues estos pequeños ya apoyan con sus manos a la familia.
Con este trabajo la mayoría de familias han sacado adelante a sus hijos pero mantenerse en el mercado hoy en día no resulta fácil pues el incremento en la materia prima no las deja sacar las ganancias que quisieran y les toca asumir las pérdidas.
Pero la clave para mantenerse firmes es la innovación de sus productos aseguran las artesanas pues ahora ya elaboran una variedad de diseños para hacerlos más atractivos a los clientes.
Esperan que en los próximos días los precios de los materiales bajen para lograr mayores ingresos y al mismo tiempo abastecerse de materia prima para seguir trabajando.