El 84% de la cocaína que se produce en la región es transportada en el corredor este- pacifico, en el cual está ubicado en El Salvador de acuerdo con un informe de la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en el que se revela la modalidad que utilizan que las redes transnacionales del crimen organizado para trasladar estas sustancias mediante barcos pesqueros, de bajo perfil y semi sumergibles de sur a norte con destino principal a las costas de Guatemala y México, o Costa Rica y Panamá, para posteriormente ser llevada, vía terrestre a los Estados Unidos.
Mientras que por vía terrestre es a través de nueve puntos fronterizos habilitados o 142 pasos fronterizos no habilitados que son utilizados para ingresar drogas al país, aunque el tráfico de cocaína por vía terrestre es mínimo, autoridades han detectados que este tipo de sustancias son transportadas en compartimientos secretos o camufladas dentro de la mercancía en los camiones de carga.
Los llamados transportistas como se identifican a las organizaciones criminales salvadoreñas realizan esta movilización para entregar los ilícitos a Guatemala.
Otra de las modalidades es por las denominadas mulas, que son las que se dedican al contrabando de drogas, quienes emplean los buses con tránsito internacional y particulares y que ocultan los estupefacientes en equipajes o mercancías.
Respecto al traslado aéreo, el informe detalla que narcotraficantes hacen uso de pequeñas aeronaves particulares las cuales vuelan de noche para no ser detectadas y en el aeropuerto internacional de El Salvador es más recurrente, el traslado de droga camuflada en pertenencias adheridas al cuerpo o ingeridas por parte de pasajeros.
El tráfico a gran escala de cocaína, especialmente por la vía marítima, el tráfico interno de marihuana y drogas sintéticas, nuevas drogas psicoactivas y de precursores químicos son las tres principales amenazas que afectan al país y que son llevadas a cabo por redes transnacionales de crimen organizado.