Más de 135 pandilleros de nacionalidad salvadoreña han sido capturados en Guatemala y deportados a El Salvador desde que inicio el régimen de excepción, 10 más están siendo procesados en el país vecino debido a que cometieron delitos en ese territorio.
De estos 115 fueron detenidos en el 2022 y más de 20 durante este año, uno de ellos Héctor Geovani Carpio uno de los 15 líderes de una de las principales pandillas del país.
Estos sujetos han utilizado diferentes mecanismos para salir de territorio salvadoreño y evitar la justicia, por ejemplo, Alexander Bladimir Fernández fue localizado al interior de un ataúd, luego que el vehículo en el que era transportado hacia Guatemala fuera interceptado por la PNC en un control vehicular instalado en el km 80 de la carretera que de Santa Ana conduce hacia Ahuachapán, por lo que no logro su objetivo.
Los intentos de los delincuentes no se detienen por lo que las autoridades de seguridad de El Salvador, Honduras y Guatemala se encuentran trabajando en conjunto para detener la operatividad de estos grupos en el llamado triángulo norte.
En Honduras, las autoridades han logrado identificar la zona de la alianza como uno de los puntos principales donde pandilleros salvadoreños están ingresando de forma ilegal.
Uno de los últimos detenidos es Heberaldo Almendariz Grande, quien cuenta con tres órdenes de captura en El Salvador por delitos como homicidio agravado y organizaciones terroristas, ante esto han incrementado la seguridad en las zonas fronterizas, más ahora que también se encuentran bajo un régimen de excepción para combatir estas estructuras ya que también ha sido considerado uno de los países más violentos de América Latina.
Mientras que en otros países de la región como nicaragua la población teme que estos grupos tomen fuerza en su territorio con la llega de delincuentes a través de puntos ciegos, ahora que las medidas de seguridad se han endurecido en El Salvador.
De igual forma se han reportado capturas de pandilleros de nacionalidad salvadoreña en México y Estados Unidos, mientras que en el país los cuerpos de seguridad continúan con los esfuerzos por desarticular estos grupos bajo esta medida que seguirá vigente hasta que sea necesario al igual que los cercos militares.